miércoles, 11 de octubre de 2017

DISCUTIR , ES DIALOGAR.


Hola a todos.

Hoy voy hablar de radicalismo, si, porque he detectado que la mayoría de las personas confunden muchos conceptos, sin ningún tipo de matices.

Como supongo que ya sabéis todos los lectores, aquí en Cataluña, hemos vivido y estamos viviendo unos días muy atribulados o movidos.

Cuando las cosas se ponen tensas, sale a relucir muchas bajas pasiones, mucha visceralidad y por lo tanto mucho análisis de la situación partidaria y nada racional.

Aquí en España tenemos varios problemas, pero el primero y más importante es que la gente de a pie tiene muy poca cultura política y en general poca afición al debate en profundidad.

Aquí somos más de tomar partido por algo y defenderlo a capa y espada sin razonar, tenemos exceso de pasión por una parte y déficit de paciencia y serenidad por la otra.

Los español tenemos la piel muy fina, no aceptamos la crítica, he visto en mi vida privada, infinidad de familias que se dejan de hablar, precisamente por no querer hacerlo.

En vez de poner el problema sobre la mesa y pasar un mal rato de cruda realidad, discutir y sacar todos los trapos sucios en el momento que el agravio se haya producido, en general, el español es mas de marcharse a su casa sin resolver el problema.

Luego esto sí, se quejara amargamente en el bar con sus amigos de lo malo que es su hermano o primo y de lo mal que lo trata.

Pero el primo o el hermano a lo mejor ni conocen la extensión del agravio o problema. Hasta que un buen día en una cena familiar de lo mas inocua, porque un tenedor se cae al suelo, se arma la de dios y se acaba para siempre la relación de hermanos y familiares, porque se ha dicho una cantidad de barbaridades al minuto, superior a los límites permitidos por la cordura y razón.

Otro de los problemas, es esta manía que tenemos de inscribirnos en un bando y permanecer en este bando cueste lo que cueste y a pesar de que a lo mejor detectamos que lo que hace nuestro bando no está del todo bien, pero da igual, el español tiene un sentido de pertenencia tribal casi inquebrantable.

Incluso he detectado últimamente, una nueva modalidad muy divertida, que consiste en defender no ser de ningún bando, de forma tozuda, pasional e irracional. Un español es capaz de matar por no pertenecer a un bando, su militancia en el bando, del no bando, es igual de tozudo e inquebrantable que cuando escoge un bando.

Esto ocurre porque el español es demasiado personalista, se lo toma todo como algo personal, lo primero que piensa un español si le criticas, aunque sea suavemente y de forma constructiva o con cariño, su postura ideológica, es: “este tío piensa que soy imbécil”

Y partir de allí, ya todo va a ir necesariamente a peor, hasta que la conversación se va a convertir en una guerra de trincheras. Porque nadie se va a escuchar o compartir opiniones, solo se va a destripar al rival.

Un ejemplo de ello lo he tenido últimamente con el tema de las fotos falsas, que han corrido estos días por la red, sobre la manifestación del 8 de octubre en Barcelona. En estas fotos, aparecían manifestantes neo nazis, franquistas y falangistas, que yo, que asistí a ella, no vi por ningún sitio, ni por ninguna calle.

Más de un periódico denuncio, que estas fotos que corrían sin control por la red, no eran verdaderas. Muchos de nosotros indicamos y advertimos de ello, en nuestras redes sociales, a quienes difundían estas fotos falsas y por lo tanto noticias falsas, sobre la manifestación de Barcelona.

Fueron tantos los que hicieron uso de este material, que intentar contactar a todos ellos, habría sido una tarea titánica. Pero para muestra un botón. Al único que me tome la pena de avisar de que estaba utilizando unas fotos y noticias falsas, poniéndole además como prueba, enlaces de periódicos serios( digo bien en plural, porque le puse enlaces de dos o tres periódicos distintos, para que no pudiera utilizar el argumento de que eran parciales ideológicamente hablando), de que así era. Me contesto ni corto ni perezoso, de que daba igual, que a lo mejor no fue en esta manifestación, pero igualmente es horrible el fascismo y no pensaba retirar sus fotos y noticias, por el pequeño detalle sin importancia, de que eran falsas. Además y para más INRI esta persona decía no pertenecer a ningún bando.

Hasta que en este bendito país, la gente no tenga una cultura del debate y sepa o aprenda lo que significa el debate. Que es precisamente y básicamente el intercambio de ideas contrarias. Porque  precisamente allí reside su belleza, el dialogo y el intercambio de ideas, cobra todo su valor cuando son contrarios y enfrentados. Es precisamente en este tipo de circunstancia cuando se abre la posibilidad, maravillosa, de aprender del otro y comprobar si tu punto de vista resiste o aguanta argumentos contrarios.

Antes de acabar, quisiera señalar que hablo en términos generales, claro que hay españoles que saben dialogar y discutir de forma constructiva y paciente, como en todas partes, pero es precisamente porque amo a este pueblo y lo conozco, por pertenecer a él, que conozco sus defectos y este es uno de ellos y está muy extendido. El español es capaz de ser intolerantemente, tolerante, y esta hazaña o pirueta artística, se la he visto a muy pocos pueblos en el mundo.

Un ejemplo muy claro, es esta manía de ver fachas por todas partes, los independentistas ven fachas a los de de Ciudadanos y los del PP, casualmente a los dos partidos que están más en contra de sus tesis.

Los del PP, sobre todo, los de Ciudadanos, no los he oído tan claro, aunque creo recordar a alguno, ven al movimiento independentista como nazi y facha, casualmente a los que están más alejados de sus tesis. Y ven a los de PODEMOS, allí si coinciden los dos partidos, como peligrosos comunistas, dispuestos a montar un nuevo Gulag y mandar disidentes a Siberia.

Los de PODEMOS y sus derivados regionales, ven a todos sus contrarios, menos a los independistas, no sé muy bien porque, como peligrosos liberales medio fascistas y además meten al PSOE en la misma salsa de neoliberales peligrosos.

Los del PSOE, PSC, juegan a la equidistancia militante, considerando a todos por igual, peligrosos radicales, por tomar posiciones demasiado concretas y no actuar como ellos, en una militante indefinición, que según su líder, es lo único sano que se puede hacer.

En fin, como podéis comprobar, el problema de España es el radicalismo, no hay apenas fachas, ni comunistas de verdad, en la  España actual, solo hay demasiado radical suelto y dispuesto a NO dialogar.

Un saludo, hasta la próxima.