martes, 24 de enero de 2017

MI MANIFIESTO POLITICO

Hola a todos, hoy me propongo escribir sobre mis opiniones políticas, si, si, las mías las personales. Lo voy a hacer para dejar aclaradas mis posturas, de una vez por todas, opino que de esta forma mis lectores podrán juzgar mis artículos sabiendo exactamente cuáles son mis posturas e inclinaciones. Supongo que algunos se habrán hecho una idea, pero puede que no hayan acertado o tal vez sí.
¡Vamos haya!
Digamos que por razones históricas o más bien tratándose de una persona física como es mi caso, biográficas, soy de izquierdas en origen.
Mi condición de chico de barrio obrero y los orígenes humildes de mi familia por ambos bandos, paterno y materno me abogan a ello sin más remedio. Si a este asunto, le añadimos que por parte paterna, tuve un abuelo que directamente milito en el partido comunista italiano, en los años sesenta hasta los ochenta, pues ya la cosa acaba de estar definida.
Pero a pesar de ello, siempre fui una persona muy curiosa y nada dogmatica, así que nunca me conforme con esta supuesta herencia familiar y circunstancial. Con el transcurrir del tiempo, el acumulo de lecturas, de debates, la observación minuciosa de lo que en el mundo ocurría, la caída del muro de Berlín y muchos otros acontecimientos por el estilo, conforme mi visión política y social, hasta convertirme en lo que soy hoy en día.
¿Y que soy? Pues una persona que se puede definir como liberal en el sentido profundo del término, que para mí es básicamente alguien que cree en la ilustración y por lo tanto que tiene fe en la capacidad y la inteligencia del ser humano por encima de todas las cosas, también se podría decir un humanista.
Sigo creyendo en un reparto justo de la riqueza, pero no me hago  ilusiones infantiloides, como sigue haciendo una parte de la izquierda, quien cree todavía en un reparto justo mediante redistribución estatal de la riqueza, todos los experimentos llevados a cabo en esta dirección, han fracasado y fracasaran, simplemente porque no son realista y no tienen en cuanta  la naturaleza profunda del ser humano y lo que es más grave, no tiene en cuenta las necesidades de una sociedad tan inmensa en número de personas y diversidad.
Se podría decir que creo en un capitalismo de rostro humano, que quiero decir con ello, que para mí la sociedad debe tener libertad económica, pero con supervisión estatal. El modelo ideal sería uno donde el estado se hiciera cargo de los extremos, de la gente que quede excluida por algunos motivos de la vida laboral, garantizando una vida digna, techo aunque sea comunitario y comida, mas educación básica becada para los hijos, por ejemplo. Y control férreo para el otro extremo, los muy ricos y las empresas multinacionales, a quienes se les obligaría a tributar en el país de acogida unas sumas importantes. Eliminaría los paraísos fiscales de todo el planeta y con estas medidas sería suficiente para que la sociedad funcionara de una manera lo más justa posibles y con unas reglas de juego claras.
En definitiva, creo que el debate izquierda, derecha, está muy desfasado y  no tiene ya ningún sentido. La izquierda, tal y como se había entendido hasta hace unas décadas, podía tener sentido mientras nuestra sociedad se basaba en la industria y esta necesito mucha mano de obra, pero hoy en día, en que gracias a la tecnología y el progreso agrícola, la necesidad de mano de obra se ha reducido drásticamente, se han ido quedando obsoletas muchas reivindicaciones de la izquierda clásica, los sindicados ya no representan a nadie, ni tienen ya nada que conquistar, seamos serios, ya nadie trabaja catorce horas metido en un taller o en una fábrica, por un sueldo mísero. De hecho las únicas personas a quienes veo aun trabajando catorce horas diarias y además muchas veces para llevarse un sueldo mísero a casa, son los autónomos. En cuanto a la derecha clásica, tampoco tiene ya casi a nadie para defender, hoy en día el empresario es o muy grande y muy potente, entonces sus negocios son internacionales, o bien es un autónomo puteado, con orígenes humildes. Ninguno de los dos necesita ser ya protegido por supuestas hordas de obreros comunistas, quienes les van a intentar destruir sus propiedades privadas y sus bienes, puesto que estos obreros también poseen bienes privados y tampoco los quieren perder.
Ya nadie o casi nadie cree en patrias indivisibles, ni en razas superiores, al menos aquí en occidente.
Por lo tanto la derecha clásica, está muerta y no es necesaria.
De hecho estoy convencido, que los políticos lo saben, pero de momento aun funciona la ficción esta de izquierda, derecha, porque la gente aun le cuesta abandonar viejos hábitos.
Para mí y lo he dicho y escrito muchas veces, la batalla es entre establecer un capitalismo a escala social y lo más justo posible. O en caso contrario, caeremos en un capitalismo salvaje inhumano, tipo el que se practica en china o Rusia, que básicamente reproduce un sistema feudal, donde gente muy poderosa y rica, se rodea de un ejército privado y comanda sobre un pueblo oprimido, cada vez menos libre y sumiso.
Este es mi análisis de la situación actual, nos encontramos ahora mismo en una encrucijada, entre caer de un lado o del otro.
Por todas estas razones, cuando vayamos a votar, debemos escoger con sumo cuidado, pero sobre todo, debemos leer entre líneas, pensar y analizar a quien le damos el voto, porque los políticos siempre usaran de discursos facilones y demagógicos, pero le toca al pueblo interpretar y analizar quienes están detrás de cada político, que fuerzas se esconden, quien le apoya, quien le financia.
Para concluir, creo en sistemas, donde la libertad individual esté garantizada, incluyo en estas libertades, las conquistas sociales, derecho de la mujer, libertad sexual, divorcio, adopción niños por pareja homosexual, aborto libre, en definitiva creo firmemente que el estado no debe entrar en prohibir ninguna opción privada, siempre y cuando esta no entre en colisión con la ética profunda, por ejemplo, la ablación del clítoris, por muy costumbre religiosa que sea, debe ser prohibida y penada, idem por prácticas como la pedofilia etc…En cuanto a la religión, soy profundamente laico, y por lo tanto para mí la religión debería ser una cosa privada y practicada de forma lo más discreta posible, no prohibiría ir a los templos, pero no fomentaría ninguna ayuda pública para ellos, más bien fomentaría el abandono paulatino de la práctica religiosa, que considero obsoleta e incluso peligrosa, como se ha podido comprobar con el brote radical islámico.
En definitiva, hace mucho tiempo que no voto en base a ideologías, sino en base a quien tiene un programa que se ajuste mas a mi ideología, que es por definición flexible y dúctil, pues no parto de ningún presupuesto, sino mas bien busco patrones y perfiles que se ajusten a lo que creo que es justo y ético desde el punto de vista de alguien totalmente libre de prejuicios.
Así que alguna vez me gustan puntos defendidos por gente dicha de derecha, incluso extrema derecha y otras al contrario.
Para mí, una opción política debe ser por encima de todo racional y ajustado a la realidad del mundo actual, no debe tener ningún atisbo de apriorismo, ni ninguna partícula ideológica del pasado.
Tampoco debe ser un invento supuestamente nuevo y esperpéntico, solo ser racional y lógico.
Bueno esto es todo, un saludo, hasta la próxima.