Hola a todos, hoy me
propongo escribir sobre mis opiniones políticas, si, si, las mías las
personales. Lo voy a hacer para dejar aclaradas mis posturas, de una vez por
todas, opino que de esta forma mis lectores podrán juzgar mis artículos
sabiendo exactamente cuáles son mis posturas e inclinaciones. Supongo que
algunos se habrán hecho una idea, pero puede que no hayan acertado o tal vez
sí.
¡Vamos haya!
Digamos que por razones
históricas o más bien tratándose de una persona física como es mi caso, biográficas,
soy de izquierdas en origen.
Mi condición de chico de
barrio obrero y los orígenes humildes de mi familia por ambos bandos, paterno y
materno me abogan a ello sin más remedio. Si a este asunto, le añadimos que por
parte paterna, tuve un abuelo que directamente milito en el partido comunista
italiano, en los años sesenta hasta los ochenta, pues ya la cosa acaba de estar
definida.
Pero a pesar de ello,
siempre fui una persona muy curiosa y nada dogmatica, así que nunca me conforme
con esta supuesta herencia familiar y circunstancial. Con el transcurrir del
tiempo, el acumulo de lecturas, de debates, la observación minuciosa de lo que
en el mundo ocurría, la caída del muro de Berlín y muchos otros acontecimientos
por el estilo, conforme mi visión política y social, hasta convertirme en lo
que soy hoy en día.
¿Y que soy? Pues una
persona que se puede definir como liberal en el sentido profundo del término,
que para mí es básicamente alguien que cree en la ilustración y por lo tanto
que tiene fe en la capacidad y la inteligencia del ser humano por encima de
todas las cosas, también se podría decir un humanista.
Sigo creyendo en un
reparto justo de la riqueza, pero no me hago
ilusiones infantiloides, como sigue haciendo una parte de la izquierda,
quien cree todavía en un reparto justo mediante redistribución estatal de la
riqueza, todos los experimentos llevados a cabo en esta dirección, han
fracasado y fracasaran, simplemente porque no son realista y no tienen en
cuanta la naturaleza profunda del ser
humano y lo que es más grave, no tiene en cuenta las necesidades de una
sociedad tan inmensa en número de personas y diversidad.
Se podría decir que creo
en un capitalismo de rostro humano, que quiero decir con ello, que para mí la
sociedad debe tener libertad económica, pero con supervisión estatal. El modelo
ideal sería uno donde el estado se hiciera cargo de los extremos, de la gente
que quede excluida por algunos motivos de la vida laboral, garantizando una
vida digna, techo aunque sea comunitario y comida, mas educación básica becada
para los hijos, por ejemplo. Y control férreo para el otro extremo, los muy
ricos y las empresas multinacionales, a quienes se les obligaría a tributar en
el país de acogida unas sumas importantes. Eliminaría los paraísos fiscales de
todo el planeta y con estas medidas sería suficiente para que la sociedad
funcionara de una manera lo más justa posibles y con unas reglas de juego
claras.
En definitiva, creo que
el debate izquierda, derecha, está muy desfasado y no tiene ya ningún sentido. La izquierda, tal
y como se había entendido hasta hace unas décadas, podía tener sentido mientras
nuestra sociedad se basaba en la industria y esta necesito mucha mano de obra,
pero hoy en día, en que gracias a la tecnología y el progreso agrícola, la
necesidad de mano de obra se ha reducido drásticamente, se han ido quedando
obsoletas muchas reivindicaciones de la izquierda clásica, los sindicados ya no
representan a nadie, ni tienen ya nada que conquistar, seamos serios, ya nadie
trabaja catorce horas metido en un taller o en una fábrica, por un sueldo
mísero. De hecho las únicas personas a quienes veo aun trabajando catorce horas
diarias y además muchas veces para llevarse un sueldo mísero a casa, son los
autónomos. En cuanto a la derecha clásica, tampoco tiene ya casi a nadie para
defender, hoy en día el empresario es o muy grande y muy potente, entonces sus
negocios son internacionales, o bien es un autónomo puteado, con orígenes
humildes. Ninguno de los dos necesita ser ya protegido por supuestas hordas de
obreros comunistas, quienes les van a intentar destruir sus propiedades
privadas y sus bienes, puesto que estos obreros también poseen bienes privados
y tampoco los quieren perder.
Ya nadie o casi nadie
cree en patrias indivisibles, ni en razas superiores, al menos aquí en
occidente.
Por lo tanto la derecha
clásica, está muerta y no es necesaria.
De hecho estoy
convencido, que los políticos lo saben, pero de momento aun funciona la ficción
esta de izquierda, derecha, porque la gente aun le cuesta abandonar viejos
hábitos.
Para mí y lo he dicho y
escrito muchas veces, la batalla es entre establecer un capitalismo a escala
social y lo más justo posible. O en caso contrario, caeremos en un capitalismo
salvaje inhumano, tipo el que se practica en china o Rusia, que básicamente
reproduce un sistema feudal, donde gente muy poderosa y rica, se rodea de un
ejército privado y comanda sobre un pueblo oprimido, cada vez menos libre y
sumiso.
Este es mi análisis de
la situación actual, nos encontramos ahora mismo en una encrucijada, entre caer
de un lado o del otro.
Por todas estas razones,
cuando vayamos a votar, debemos escoger con sumo cuidado, pero sobre todo,
debemos leer entre líneas, pensar y analizar a quien le damos el voto, porque
los políticos siempre usaran de discursos facilones y demagógicos, pero le toca
al pueblo interpretar y analizar quienes están detrás de cada político, que
fuerzas se esconden, quien le apoya, quien le financia.
Para concluir, creo en
sistemas, donde la libertad individual esté garantizada, incluyo en estas
libertades, las conquistas sociales, derecho de la mujer, libertad sexual,
divorcio, adopción niños por pareja homosexual, aborto libre, en definitiva
creo firmemente que el estado no debe entrar en prohibir ninguna opción
privada, siempre y cuando esta no entre en colisión con la ética profunda, por
ejemplo, la ablación del clítoris, por muy costumbre religiosa que sea, debe
ser prohibida y penada, idem por prácticas como la pedofilia etc…En cuanto a la
religión, soy profundamente laico, y por lo tanto para mí la religión debería
ser una cosa privada y practicada de forma lo más discreta posible, no
prohibiría ir a los templos, pero no fomentaría ninguna ayuda pública para ellos,
más bien fomentaría el abandono paulatino de la práctica religiosa, que
considero obsoleta e incluso peligrosa, como se ha podido comprobar con el
brote radical islámico.
En definitiva, hace
mucho tiempo que no voto en base a ideologías, sino en base a quien tiene un
programa que se ajuste mas a mi ideología, que es por definición flexible y dúctil,
pues no parto de ningún presupuesto, sino mas bien busco patrones y perfiles
que se ajusten a lo que creo que es justo y ético desde el punto de vista de
alguien totalmente libre de prejuicios.
Así que alguna vez me
gustan puntos defendidos por gente dicha de derecha, incluso extrema derecha y
otras al contrario.
Para mí, una opción política
debe ser por encima de todo racional y ajustado a la realidad del mundo actual,
no debe tener ningún atisbo de apriorismo, ni ninguna partícula ideológica del
pasado.
Tampoco debe ser un
invento supuestamente nuevo y esperpéntico, solo ser racional y lógico.
Bueno esto es todo, un
saludo, hasta la próxima.
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