miércoles, 1 de octubre de 2014

CIORAN Y LOS SABIOS...


Hola, hoy nos vamos a poner un poco filosóficos. Hace algunos días un amigo mío me dejo un libro muy peculiar, por su contenido y por su autor.

El autor es Emil Michel Cioran. Era un filosofo rumano nacido en 1911 y fallecido en París en 1995. La mayor parte de su vida transcurrió de hecho en Francia.

El titulo del ensayo es: ensayo sobre el pensamiento reaccionario. La lectura de este libro me este resultando de lo más interesante, aún voy por el principio y ya hay una frase que me ha trastocado profundamente, es un hecho raro, porque, la mayoría de las veces que me someto al ejercicio de leer algún ensayo o tratado, no suele haber nada que me sorprenda o me quede muy marcado. La mayoría de las veces es la obra en su conjunto la que me aporta algún punto de vista o forma de ver las cosas que me influye y agrada. Pero el hecho de que una sola frase defina tan bien un pensamiento que me venía dando vueltas desde hace algún tiempo, es un acontecimiento relevante y que valía la pena resaltar. La manera de hacerlo es escribiendo este articulo en mi blog o esta entrada, para utilizar la jerga correcta del medio que estoy utilizando para expresarme.

Cioran, por lo que he leído hasta ahora de este ensayo, se dedica a intentar definir y acotar el pensamiento reaccionario en general, histórico por así decirlo. No se limita a describir el que le ha tocado vivir, sino que hace un ejercicio de investigación y viaja al pasado, en busca de todo aquel que según su criterio ha practicado el pensamiento reaccionario.

Para los lectores que no se ubican exactamente, solo les diré que a una persona de pensamiento reaccionario se le define por lo general como a alguien a quien gusta de las normas conservadoras y que tiene una visión de la vida muy estricta, donde no caben las libertades de credo ni las políticas. En general, viene asociado en lo político a la gente de derechas y, más concretamente a los de política democristiana.

Por lo que he leído hasta ahora, lo interesante de la definición de Cioran es que además le otorga al pensamiento reaccionario un apego al pasado y esto es original y divertido, además lo explica muy bien. En definitiva define al reaccionario como alguien que venera a un supuesto pasado ideal, que nunca ha de volver, donde todo iba bien y la humanidad comulgaba con el creador en perfecta armonía, armonía que se rompe con el pecado, que corrompe las almas y da comienzo a la decadencia sin fin, que sufre la humanidad y que los reaccionarios pronostican. Esta sufrirá hasta el fin de los días.

Para destacar a un reaccionario genial, se basa en el SR Joseph de Maître, un tipo que nació en 1753 al que se le conoce básicamente, por sus escritos contra revolucionarios.

A esta forma de pensar, le antepone el pensamiento revolucionario, que él define como a gente obsesionada con el futuro y que solo cree en un futuro ideal, que ha de llegar más temprano que tarde, gente que cree en un porvenir glorioso e ideal, donde se vivirá en un entorno ideal, con una estructura política justa y equitativa que beneficiará al pueblo.

Si nos paramos a pensar en ello y hacemos una pequeña pirueta temporal y trasladamos sus análisis a nuestros tiempos,un revolucionario de hoy en día, sería un tipo obsesionado con la tecnología, que creyese a pies juntillas en las posibilidades de la medicina moderna, en la manipulación de los genes, tanto en humanos como en las plantas, para solucionar casi cualquier problema, enfermedad, hambre etc., llevando su pensamiento al extremo, seria una persona convencida de que con la tecnología necesaria, se puede solucionar incluso la muerte retrasándola hasta el infinito o eliminándola.   

En el lado opuesto, nos encontraríamos con una persona que odia todo el progreso humano, el tecnológico en particular y que solo ve peligro en la manipulación genética, vaticinando, llevando su pensamiento al extremo, los peores presagios para la humanidad, incluso para el mismo planeta tierra y su ecosistema, culpando además de todos los males presentes y futuros, precisamente a los progresos científicos, totalmente descontrolados de sus congéneres.Si además es religioso, puede darnos una figura muy parecida al Sr Maître.

Contrastando con estos dos perfiles, nuestro amigo Cioran, pone una tercera posibilidad en juego, la figura del sabio.Y lo hace con esta frase o párrafo:
“hablar de un sabio o un metafísico revolucionario, es incurrir en una contradicción terminológica. La historia, e incluso el hombre, dejan de interesar a quien haya llegado a un cierto grado de desapego y clarividencia: romper con las apariencias es triunfar sobre la acción y sobre las ilusiones que de ellas derivan. Quien reflexiona profundamente sobre la miseria esencial de los seres, no se detiene en la que resulta de las desigualdades sociales, ni intenta remediarlas.”  

Allí está el párrafo que me trastocó, de un plumazo me di cuenta de por qué nunca tendremos, ni nunca hubo a lo largo de la historia,  a grandes hombres, a hombres sabios, en los gobiernos de todas las naciones de la tierra.

Una persona que alcanza este grado de sabiduría entiende que la condición humana no tiene remedio y no vale la pena cansarse en intentar cambiar este estado de cosas. Entonces se dedica a vivir una vida lo mas plena y  tranquila que puede, ayudando como mucho a su entorno más cercano a vivir mejor y más humanamente. Si es un poco revolucionario y tiene alguna idea que transmitir, supongo que escoge a algunos discípulos y les transmite algún mensaje.  A esta figura del sabio, definida por Cioran, le otorgaría dos sub categorías, con el permiso del maestro Cioran:

el sabio revolucionario, que podría ser un tipo como Jesús de Nazaret( pateando los puestos en el mercado de los fariseos, es una imagen que siempre me ha gustado) o la del sabio reaccionario, que sería este sabio anónimo, del que apenas sabemos nada, porque eligió la no acción o la acción discreta.

En todo caso, de lo que si estoy seguro es de que una figura tan sabia jamás ha tomado partido, ni tomaría partido, en la vida mundana ni intentaría acercarse al poder y mucho menos ejercerlo. Por esto encuentro que es tan fácil detectar a un falso sabio, todo aquel que se acerca al poder, de una forma u otra, es decir política o religiosa, es un falso sabio, solo puede ser un revolucionario o un reaccionario, jamás un sabio.

De momento, esto es todo amigos, ¡hasta pronto!

Un saludo.

 

 

 

 


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