Hola, hoy nos vamos a poner un poco filosóficos. Hace
algunos días un amigo mío me dejo un libro muy peculiar, por su contenido y por
su autor.
El autor es Emil Michel Cioran. Era un filosofo
rumano nacido en 1911 y fallecido en París en 1995. La mayor parte de su vida
transcurrió de hecho en Francia.
El titulo del ensayo es: ensayo sobre el pensamiento reaccionario. La lectura de este libro me este resultando de lo más
interesante, aún voy por el principio y ya hay una frase que me ha trastocado
profundamente, es un hecho raro, porque, la mayoría de las veces que me someto
al ejercicio de leer algún ensayo o tratado, no suele haber nada que me
sorprenda o me quede muy marcado. La mayoría de las veces es la obra en su
conjunto la que me aporta algún punto de vista o forma de ver las cosas que me
influye y agrada. Pero el hecho de que una sola frase defina tan bien un
pensamiento que me venía dando vueltas desde hace algún tiempo, es un acontecimiento
relevante y que valía la pena resaltar. La manera de hacerlo es escribiendo
este articulo en mi blog o esta entrada, para utilizar la jerga correcta del
medio que estoy utilizando para expresarme.
Cioran, por lo que he leído hasta ahora de este
ensayo, se dedica a intentar definir y acotar el pensamiento reaccionario en
general, histórico por así decirlo. No se limita a describir el que le ha
tocado vivir, sino que hace un ejercicio de investigación y viaja al pasado,
en busca de todo aquel que según su criterio ha practicado el pensamiento
reaccionario.
Para los lectores que no se ubican exactamente, solo
les diré que a una persona de pensamiento reaccionario se le define por lo
general como a alguien a quien gusta de las normas conservadoras y que tiene
una visión de la vida muy estricta, donde no caben las libertades de credo ni
las políticas. En general, viene asociado en lo político a la gente de derechas y, más
concretamente a los de política democristiana.
Por lo que he leído hasta ahora, lo interesante de
la definición de Cioran es que además le otorga al pensamiento reaccionario un
apego al pasado y esto es original y divertido, además lo explica muy bien. En
definitiva define al reaccionario como alguien que venera a un supuesto pasado
ideal, que nunca ha de volver, donde todo iba bien y la humanidad comulgaba con
el creador en perfecta armonía, armonía que se rompe con el pecado, que
corrompe las almas y da comienzo a la decadencia sin fin, que sufre la
humanidad y que los reaccionarios pronostican. Esta sufrirá hasta el fin de los
días.
Para destacar a un reaccionario genial, se basa en
el SR Joseph de Maître, un tipo que nació en 1753 al que se le conoce básicamente, por
sus escritos contra revolucionarios.
A esta forma de pensar, le antepone el pensamiento
revolucionario, que él define como a gente obsesionada con el futuro y que solo
cree en un futuro ideal, que ha de llegar más temprano que tarde, gente que
cree en un porvenir glorioso e ideal, donde se vivirá en un entorno ideal,
con una estructura política justa y equitativa que beneficiará al pueblo.
Si nos paramos a pensar en ello y hacemos una pequeña
pirueta temporal y trasladamos sus análisis a nuestros tiempos,un revolucionario de hoy en día, sería un tipo
obsesionado con la tecnología, que creyese a pies juntillas en las
posibilidades de la medicina moderna, en la manipulación de los genes, tanto en
humanos como en las plantas, para solucionar casi cualquier problema,
enfermedad, hambre etc., llevando su pensamiento al extremo,
seria una persona convencida de que con la tecnología
necesaria, se puede solucionar incluso la muerte retrasándola hasta el infinito o
eliminándola.
En el lado opuesto, nos encontraríamos con una persona
que odia todo el progreso humano, el tecnológico en particular y que solo ve
peligro en la manipulación genética, vaticinando, llevando su pensamiento al
extremo, los peores presagios para la humanidad, incluso para el mismo planeta
tierra y su ecosistema, culpando además de todos los males presentes y futuros,
precisamente a los progresos científicos, totalmente descontrolados de sus
congéneres.Si además es religioso, puede darnos una figura muy
parecida al Sr Maître.
Contrastando con estos dos perfiles, nuestro amigo Cioran,
pone una tercera posibilidad en juego, la figura del sabio.Y lo hace con esta frase o párrafo:
“hablar de un sabio o un metafísico revolucionario, es incurrir en una contradicción terminológica. La historia, e incluso el hombre, dejan de interesar a quien haya llegado a un cierto grado de desapego y clarividencia: romper con las apariencias es triunfar sobre la acción y sobre las ilusiones que de ellas derivan. Quien reflexiona profundamente sobre la miseria esencial de los seres, no se detiene en la que resulta de las desigualdades sociales, ni intenta remediarlas.”
“hablar de un sabio o un metafísico revolucionario, es incurrir en una contradicción terminológica. La historia, e incluso el hombre, dejan de interesar a quien haya llegado a un cierto grado de desapego y clarividencia: romper con las apariencias es triunfar sobre la acción y sobre las ilusiones que de ellas derivan. Quien reflexiona profundamente sobre la miseria esencial de los seres, no se detiene en la que resulta de las desigualdades sociales, ni intenta remediarlas.”
Allí está el párrafo que me trastocó, de un plumazo
me di cuenta de por qué nunca tendremos, ni nunca hubo a lo largo de la
historia, a grandes hombres, a hombres
sabios, en los gobiernos de todas las naciones de la tierra.
Una persona que alcanza este grado de sabiduría
entiende que la condición humana no tiene remedio y no vale la pena cansarse en
intentar cambiar este estado de cosas. Entonces se dedica a vivir una vida lo
mas plena y tranquila que puede, ayudando
como mucho a su entorno más cercano a vivir mejor y más humanamente. Si es un
poco revolucionario y tiene alguna idea que transmitir, supongo que escoge a
algunos discípulos y les transmite algún mensaje. A esta figura del sabio, definida por Cioran,
le otorgaría dos sub categorías, con el permiso del maestro Cioran:
el sabio revolucionario, que podría ser un tipo como Jesús de Nazaret( pateando los puestos en el mercado de los fariseos, es una imagen que siempre me ha gustado) o la del sabio reaccionario, que sería este sabio anónimo, del que apenas sabemos nada, porque eligió la no acción o la acción discreta.
el sabio revolucionario, que podría ser un tipo como Jesús de Nazaret( pateando los puestos en el mercado de los fariseos, es una imagen que siempre me ha gustado) o la del sabio reaccionario, que sería este sabio anónimo, del que apenas sabemos nada, porque eligió la no acción o la acción discreta.
En todo caso, de lo que si estoy seguro es de que
una figura tan sabia jamás ha tomado partido, ni tomaría partido, en la vida
mundana ni intentaría acercarse al poder y mucho menos ejercerlo. Por esto
encuentro que es tan fácil detectar a un falso sabio, todo aquel que se acerca
al poder, de una forma u otra, es decir política o religiosa, es un falso
sabio, solo puede ser un revolucionario o un reaccionario, jamás un sabio.
De momento, esto es todo amigos, ¡hasta pronto!
Un saludo.
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